lunes, 24 de noviembre de 2008

Fiesta de despedida


ÚLTIMA FUNCIÓN: SÁBADO 29 A LAS 22 HS. RESERVAS: casadecitas@indeleble.tv
Y LUEGO FIESTA A LAS 00 HS. ENTRADA $5

viernes, 7 de noviembre de 2008

Recomendada por eNescenaHOY.com.ar

Para realizar "Casa de citas" los directores Analía Couceyro y Ramiro Lehkuniec transformaron las instalaciones del IUNA en un gigantesco prostíbulo que el público recorre guiado por unas acertadísimas presentadoras. Durante el trayecto, cada parada es la excusa para que las chicas nos cuenten una historia. Sobre textos de Morosa di Giorgio y Alejandro Urdapilleta, estos monólgos son breves, rotundos y contundentes y las chicas se montan en esos parlamentos poniendo una entrega altamente elogiable.

Casa de citas resulta un muy recomendable espectáculo con muchos elementos a destacar: los textos son geniales, las interpretaciones están a la altura de los autores y el elenco tiene una gran homogeneidad que hace que la obra no decaiga en ningún momento. Las presentadoras (especialmente Camelia que aún con sus bigotes construye una madama impresionante) se lucen dándole continuidad a la acción e interactuando con el público de una manera muy cordial sin incomodar ni obligar forzadas participaciones.

Desde la puesta en escena, los directores lograron integrar todos los fragmentos construyendo una historia que cierra perfecto a partir de textos sin conexión (aparente) entre sí.

Un muy aplaudible logro de la gente del IUNA en una obra que tiene esa "onda under bien hecho por gente joven" que tanto se extraña en Buenos Aires.

Martín Fernández Tojo

viernes, 24 de octubre de 2008

Diario Crítica

Casa de citas, un pequeño gran éxito del teatro off

Mujeres con historias para contar

La obra que dirige Analía Couceyro nació para una sola noche y va por su tercera temporada. En un espacio no convencional, una vieja fábrica de la sede del IUNA, los textos de Marosa di Giorgio y Alejandro Urdapilleta tienen un raro eco.



La propuesta nació el año pasado, cuando el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA) preparaba la inauguración de su sede ubicada en Venezuela 2587, barrio de Once, y buscaba sumar una performance que completara la fiesta. Entonces Ramiro Lehkuniec y Analía Couceyro –profesores los dos en la Facultad de Artes Dramáticas– decidieron aceptar la oferta y jugar con ese espacio enorme que tenían a su disposición para hacer lo que pocos en el off hacen por estos lares: montar un espectáculo en espacios no convencionales. La instalación-recorrido estaba pensada únicamente para esa noche, pero gustó y se quedó: hace unas semanas largó la tercera temporada.

El espectáculo se llama Casa de citas y el nombre tiene más de una acepción: la primera, más clara, no necesita explicación alguna. La segunda sí: en este lugar, todas las palabras que escuchamos son de otros, más precisamente de Marosa di Giorgio y de Alejandro Urdapilleta, que indagan con sinceridad y crudeza en las cuestiones relacionadas al amor, los encuentros amorosos, el sexo y los desengaños.

“Nunca la pensamos como una obra de teatro, más bien como un recorrido en el que se pueden espiar pedazos de actuación”, cuenta Couceyro, la directora. Y sigue: “Y el espacio nos pareció súper estimulante de entrada: esto que armamos es algo que sólo se podría hacer así y que no podría funcionar en una sala”.

Cuando los espectadores entran al galpón de Venezuela, son recibidos por personajes almodovarianos que oficiarán de guías en ese tour de citas: habrá que subir escaleras, esquivar cortinas y seguir sus pasos para encontrar, en rincones de lo más insólitos, a cada una de las mujeres que tiene una historia para contar. Un recorrido sugestivo e imprevisible sólo apto para valientes, que puede intimidar a los menos acostumbrados a la interacción.

Pero Couceyro defiende la elección: “A mí, por lo general, me molesta bastante la interacción, pero creo que acá el recorrido lo avala y hace que sea bastante relajado. No hay un llamado a los espectadores de manera violenta y, en general, la gente se entusiasma porque nadie está obligado a participar; el que quiere se queda al margen”.

Hay un último elemento distintivo en Casa de citas que salta a la vista en el saludo final: la cantidad de personajes involucrados en el proyecto. Dieciséis actores en escena es un número que el teatro independiente no suele ni arañar y un gusto que los proyectos germinados en el Conservatorio –por la cantidad de alumnos que allí se forman– sí puede darse.

“Uno se acostumbra a trabajar con poco y en el teatro off viene pasando eso: no es fácil armar algo con un número grande de personas porque los subsidios no alcanzan para pagarles a todos o los actores se te van durante los procesos de ensayo: siempre pasa algo. Por como están dadas las circunstancias en el IUNA, uno cuenta casi siempre con quince actores con ganas de trabajar y tiene posibilidad de ensayar durante muchos meses”, se entusiasma Couceyro, que el año que viene dirigirá el proyecto de graduación de alumnos de actuación y apuesta con convicción a los actores universitarios: “Puede ser que antes los chicos aprendieran de manera muy cerrada, pero muchas cosas que están pasando ahí adentro lograron que la cosa se abriera mucho más. Y cada vez son más los actores formados ahí que están trabajando en obras, que salen y hacen buenas cosas. Hay algo menos escolar, supongo. Y cuanto menos escolar, obvio, mucho mejor”.

Natalia Laube

miércoles, 22 de octubre de 2008

Bestiario de corazones rotos, por Leandro Fogliatti

No hay escenarios, telones o butacas en “Casa de Citas”. Hay patio. El patio a cielo abierto de una construcción venida a menos, en donde varias madamas reúnen al público para luego guiarlo por un tour de escaleras, pasillos y habitaciones, y conocer así a las chicas que se exhiben y se ofrecen cada noche.

¿Pero qué ofrecen, qué exhiben las chicas de esta casa? Los textos de Marosa di Giorgio y de Alejandro Urdapilleta ostentan una poética por momentos pop, por momentos esquizoide, a través de la cual estas chicas nos ofrecen con bizarro humor la amargura de un viejo dolor, y exhiben con orgullosa perversidad las huellas de un amor que las lastimó hasta la locura.

¡Claro que hay escenario en “Casa de Citas”! Son muchos, es un todo, y el público ingenuo también se ha subido pero todavía no lo sabe. Víctimas de esta estafa, los espectadores no se dan cuenta, sino hasta cuando ya es demasiado tarde, que en realidad son los actores protagonistas de una puesta que los seduce, que los usa, que les brinda un momento de placer a cambio del valor de una entrada.

Leandro Fogliatti

Un paseo seductor, por Martín Wullich

El singular espacio del IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte) no puede ser más atractivo para una pieza que resulta original, entretenida, con un muy parejo y buen nivel de actuaciones, que obedece a una ajustada dirección

Un par de chicas y otra que lo parece reciben al espectador -en el adoquinado patio de la casa del título- con una copa de vino, aclarándole que han devenido meretrices por circunstancias de la vida. Heredaron familiarmente ese lugar y no sabían bien que negocio poner, pues toda inversión resultaba muy costosa, así es como se les ocurrió que lo mejor era un lupanar.

Entre tanto conversan y conocen a los invitados de esa noche, mientras en una soga tienden a secar eróticas prendas que han formado o formarán parte de las fantasías de sus clientes. En algún momento invitarán a recorrer la casa para conocer al resto de quienes ofrecen sus servicios.

El público se dividirá de acuerdo a unos numeritos previamente acordados y subirán escaleras, avanzarán por oscuros pasillos, descubrirán rincones insólitos, y escucharán de boca de cada una de las prostitutas increíbles historias de sexo y vida. Algunas serán dramáticas, otras divertidas, las habrá también reflexivas, solidarias, masoquistas, inocentes y perversas. En los 60 minutos que dura el recorrido, las prostitutas se mostrarán sin ambages, necesitadas como lo están de que alguien las escuche y puedan confiar sus secretos más privados y sus intimidades más sorprendentes, en aras de un cariño que quién sabe si alguna vez llegará.

Cada una de ellas es completamente distinta de la otra, como lo son los espacios, las naturales escenografías, el vestuario que las caracteriza, y una puntual iluminación que parecería penetrar en estos personajes de historieta con visos de existencias casi siempre complicadas.

Son 14 intérpretes que, en esta Casa de citas, citan los atractivos textos de Marosa di Giorgio y Alejandro Urdapilleta, base de la idea hábilmente dirigida por Analía Couceyro y Ramiro Lehkuniec.

Y lo hacen corporizando concienzudamente a cada buscona, otorgándole la impronta de su personalidad y sucesos vividos. Acercarse a este apetecible burdel es una experiencia amena e incitante.

Martin Wullich

martes, 30 de septiembre de 2008

Primera crítica

Un recorrido por la palabra
por Mónica Berman en www.criticateatral.com.ar

“Casa de citas” es un sintagma nominal cuyo significado es harto conocido. Unos personajes-guías nos invitan a seguir un recorrido. Por su apariencia, podrían provocar la visita a uno de esos lugares, podrían coincidir, temáticamente hablando. Pero no, la referencia es otra. Ésta es una casa de citas porque las palabras no son propias sino de otros, palabras de quienes construyen animales fantásticos y escenas seudo cotidianas impregnadas de extrañamiento.
El espacio es parte de la puesta, las escaleras nos llevan cuarto por cuarto (cuarto, cocina, sala ¿quién sabe?) los datos son escasos, las palabras abundantes, hiperbólicas.
En cada rincón se esconde una pequeña historia, debajo de una escalera, delante de una ventana, los recorridos son recorridos por relatos. Los guías, proponen el humor, las detenciones, en general, no.
Es necesario decir que el espacio físico, en el que se desarrollan las acciones colabora de manera notable para estructurar Casa de citas. La nueva sede del IUNA es un lugar muy interesante para inscribir allí la ficción, la conjunción entre lo nuevo y lo antiguo, los recovecos, la variedad de materiales que se atraviesan junto con el recorrido.
Pero lo último que diremos es lo primero en el orden jerárquico, ese paseo por el edificio de la calle Venezuela, es en primer término, una cita con la actuación, con la actuación de excelencia. Dar nombres es un acto de injusticia porque en cada parada se asume un desafío: ni los textos de Marosa di Giorgio, ni los elegidos de Alejandro Urdapilleta son sencillos y el asumir como propia la palabra, el citar como si no fuera cita, es un mérito primordial de este trabajo.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Reestreno SÁBADO 4 DE OCTUBRE

CASA DE CITAS

El público recorrerá las instalaciones de una vieja fábrica del barrio de Once que alberga a bellas muchachas. Se ofrecerá una copa de vino antes del paseo.
Con textos de Marosa di Giorgio y Alejandro Urdapilleta.

Dirección: Analía Couceyro y Ramiro Lehkuniec

Con las actuaciones de: Romina Almaluez, Virginia Azzaretti, Lucila Casalis, Carolina Cruz, Rocío Flores, Julia Gárriz, María Emilia Ladogana, Camilo Leiva, Leo Martinez, Dominique Maucci, Magalí Mella, Eugenia Rosales, Nadyn Sandrone, Cinthia Santos y Daniela Tolini

Iluminación: Alfredo Siárez
Operador de luces: Gabriel Terenzio
Diseño gráfico y prensa: Juan Manuel Amaya juan@indeleble.tv

SÁBADOS 22 HS.
Entrada: $20 / Estudiantes y jubilados: $15

Instituto Universitario Nacional de Arte
Venezuela 2587 - Buenos Aires
Reservas: casadecitas@indeleble.tv
http://www.casadecitas2008.blogspot.com/

miércoles, 17 de septiembre de 2008

vuelven


sábado 4 de octubre 22 hs.